Plan de acción

La Estrategia Antirumores se basa en diferentes líneas de trabajo. En ellas, se detallan los pasos e iniciativas que deben seguirse en los diferentes ámbitos y espacios de incidencia.

1.-Diagnóstico y trabajo en común

Nos parece importante identificar en todo momento los mayores retos que tenemos en Donostia en el ámbito de la diversidad y la convivencia. De esta manera, conocer los planes locales contra el racismo y de fomento de la interculturalidad, impulsar el conocimiento mutuo en este ámbito, así como trabajar en común con los actores clave de la sociedad civil que estimulen el desarrollo de la estrategia, es uno de los objetivos que se pretende conseguir.

2.-Formación y creación de redes

Esta línea de trabajo tiene dos objetivos principales. Por un lado, crear la red o redes de agentes antirumores, y, por otro, formar a las personas que trabajarán en esas redes para que adquieran las competencias necesarias para realizar ese trabajo.

Las sesiones formativas se adaptan en función de los objetivos y prioridades que existan en cada fase de la estrategia general, por lo que, en cada momento los contenidos así como las personas destinatarias irán variando. Impartir sesiones formativas será uno de los trabajos más importantes de esta línea de trabajo (sesiones formativas básicas, seminarios de profundización, sesiones dirigidas al personal administrativo, a personas formadoras, etc), sin embargo, prevemos que las sesiones básicas se tendrán que impartir todos los años.

3.-Intervención

El objetivo de las acciones antirumores es derribar los falsos estereotipos, prejuicios y rumores sobre la diversidad que surgen en varios sectores de la sociedad. Entre otros, anticiparse a las situaciones discriminatorias y poner en valor la diversidad. Así las cosas, las intervenciones serán acciones que buscarán la implicación de personas y agentes de las distintas comunidades. Y su objetivo será crear entornos en los que se den interacciones positivas entre personas de diferentes orígenes, culturas y modos de vida.

Pondremos el foco de las intervenciones en la mayoría de la sociedad; es decir, en aquellas personas que no se consideran racistas pero que tienen discursos ambivalentes. Entendemos que, aunque el Ayuntamiento de Donostia garantice los medios necesarios para esa labor (medios económicos, de comunicación, logísticos, materiales…), el éxito de la estrategia depende de la capacidad que tengan las redes de agentes antirumores para diseñar y poner en marcha diferentes actividades y acciones. En ese sentido, uno de los principales cometidos del Negociado de Diversidad Cultural será crear esas redes y satisfacer sus necesidades.