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Espacio protegido: el bosque y el agua
Espacio protegido: el bosque y el agua
Al mismo tiempo que se construía la red de canales y tuberías para la distribución del agua, se inició un proceso de recuperación del bosque con un doble objetivo: propiciar las condiciones idóneas para la obtención de agua potable y conseguir ingresos para poder amortizar el crédito que fue necesario suscribir para la compra de la finca. Para ello se impulsa la regeneración natural del hayedo y se repuebla con diferentes especies forestales, algunas alóctonas ( pino, roble americano, abeto...).
Posteriormente, durante varias décadas el ayuntamiento dejó de explotar la madera del bosque, con lo que éste se regeneró y naturalizó dándose un fenómeno de recuperación natural del lugar. Por otro lado, persistía la abundante red de pequeños arroyos y regatas en la finca, haciendo que el enclave de Artikutza haya desarrollado un elevado valor naturalístico y una extraordinaria biodiversidad basándose en estos dos elementos, el bosque y el agua, y el tamaño del enclave.
El año 2004 Artikutza pasa a formar parte de la Red Natura 2000 (red de Espacios naturales protegidos a nivel Europeo) y queda incluido como uno más de los 42 LIC (Lugar de Interés Comunitario) de Navarra.
En enero 2016 se publica la designación de Artikutza como ZEC (Zona Especial de Conservación) de la RED Natura 2000, junto con el Plan de Uso y Gestión aprobado que establece las medidas a adoptar para garantizar la conservación o recuperación de los elementos claves y del lugar y regula todas las actividades que se desarrollan dentro de la finca.
Los elementos clave que justifican esta protección son 6:
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Los bosques naturales: hayedos, robledales y tejedas. Hoy día y tras casi 100 años de protección el 90 % de la superficie de Artikutza se halla cubierta de bosque. El hayedo ocupa prácticamente la mitad de la superficie boscosa, y dado que en los últimos años apenas ha habido intervención humana, ha evolucionado hasta una fase madura. Es de destacar además de la extensión, la presencia de viejas hayas trasmochas y la abundancia de madera muerta en todo el bosque, no sólo en el hayedo, que permite la existencia de especies que dependen exclusivamente de ella.
En estos hayedos conviven las hayas jóvenes y las trasmochas - Regatas y alisedas. Son numerosas las regatas que vierten sus aguas a los cuatro ríos principales que discurren por Artikutza, siendo el de Urdallu, el único que nace fuera de sus límites. Estas regatas presentan lugares casi vírgenes con unas concidiones a estudiar y conservar, y albergan especies de alto interés tanto de fauna como de flora.
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Flora de interés. Presenta especies de gran interés botánico, algunas muy vulnerables y escasas en Navarra, la península o incluso en Europa.
Soldanella villosa, un endemismo de la cornisa cantábrica - Coleópteros saproxílicos. Se han detectado especies muy amanezadas, algunas de las cuales son indicadoras de la heterogeneidad y madurez del bosque. Aquí sobreviven gracias a la alta presencia de madera muerta, en niveles adecuados para bosques naturales que permiten todo tipo de hábitats y de especies.
- Fauna ligada a cursos de agua. En estas regatas habitan especies protegidas, en general indicadoras de la gran calidad de las regatas y alisadas del lugar, como el desmán.
- Quirópteros (murciélagos): se ha constatado la presencia de varias especies protegidas, gracias a la alta presencia de cuevas, antiguas minas, ruinas... que favorecen el refugio de estas especies en sus oquedades. Algunas de las especies de murciélagos tienen alta necesidad de bosques maduros como los existentes en Artikutza, por lo que se supone una mayor frecuencia de éstos.
Por todo ello, y habiéndose detectado una gran falta de información sobre los elementos clave, se han realizado una serie de investigaciones científicas en la finca. Entre ellos, el primero fue el relacionado con el sistema hídrico y los ecosistemas ligados a él. Entre otras conclusiones, se llegó a la de que la calidad de las regatas y del entorno es excepcional en general, pero que existían un gran número de obstáculos en esta red que impedían la conectividad fluvial y alteraban la morfología de dichos entornos, y con ello el funcionamiento del ecosistema. Por ello, y en especial considerando que dichos obstáculos estaban en todos los casos fuera de uso, se procedió a la eliminación de 7 pequeñas presas y azudes en Artikutza, mejorando la conectividad fluvial de muchos kilómetros en este lugar protegido y devolviendo a los arroyos su morfología natural.