Presentación del inventario municipal de gases de efecto invernadero de 2017
Las emisiones han subido respecto a los datos de 2016
Presentación del inventario municipal de gases de efecto invernadero de 2017
El cambio climático es un problema complejo, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad, que requiere de una perspectiva integral que combine medidas para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero con políticas de adaptación a los impactos que ya se están sufriendo.
Las ciudades juegan un papel clave en la lucha contra el cambio climático, dado que gran parte de las emisiones responsables del calentamiento del planeta se generan en la escala local. Consciente de esta realidad, la ciudad de San Sebastián lleva más de una década planificando y llevando a cabo acciones concretas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y adaptarse a los principales impactos derivados del cambio climático.
A la vez que se ponen en marcha acciones es imprescindible cuantificar el impacto de la ciudad en cuanto a cambio climático y ello se realiza cuantificando la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten como resultado de la actividad en la ciudad. Así, la herramienta que permite evaluar los resultados de las acciones emprendidas por el Ayuntamiento son los inventarios de gases de efecto invernadero (GEI) de la ciudad.
San Sebastián junto con el municipio de Balmaseda, fue el primer municipio en pilotar el inventario de emisiones de la red Udalsarea 21, de municipios hacia la sostenibilidad en el 2005 y desde entonces, se calcula el inventario de emisiones tanto del municpio como del propio ayuntamiento todos los años.
Debido a la complejidad en la obtención de datos, los inventarios del País Vasco se calculan con año y medio de diferencia. Así, este año se ha calculado el inventario de GEI del año 2017, con los resultados que se explican a continuación.
Emisiones del año 2017
Las emisiones totales de GEI del municipio en 2017, sin contar las emitidas por la industria, ascendieron a 857 kilotoneladas de CO2 equivalente (CO2e), es decir, cada habitante emitió 4,6 toneladas de CO2 equivalente.
En San Sebastián, más de la mitad de las emisiones de GEI, el 56,5 %, corresponden al transporte. Dentro de esas emisiones, el 63 % son emisiones de los turismos, el 28 % corresponden a camiones y furgonetas y el 6,7 % a los autobuses.
Evolución de las emisiones respecto a 2016
Respecto a las emisiones del año 2016, en 2017 las emisiones totales se han incrementado un 5,8 %, y las emisiones por habitante un 5,6 %. El incremento de las emisiones se ha producido en todos los sectores, pero la mayor subida se ha producido en el sector servicios (+17 %) y en el sector residencial (+15 %).
Parte del incremento de las emisiones en 2017 respecto a 2016 se debe al aumento de las emisiones asociadas a la producción de la electricidad. La mayor parte de la electricidad que consumimos se genera fuera de Euskadi, y las emisiones asociadas a ese consumo dependen de la proporción de electricidad que se haya generado en el Estado a partir de fuentes renovables y de fuentes no renovables. Así, mientras que en 2016, para generar cada kWh de electricidad se emitieron 0,25 kg de CO2 equivalente, en 2017, debido a un menor uso de las fuentes renovables, cada kWh de electricidad supuso la emisión de 0,31 kg de CO2e.
Sin embargo, el incremento de emisiones no es solo debido al origen de la electricidad, ya que, tanto en el sector transportes como en el sector servicios y en el residencial, el consumo de combustibles fósiles también se incrementó en 2017; y en cuanto a los residuos, la evolución también fue negativa, ya que aumentó el volumen total de residuos generados y descendió ligeramente la tasa de recogida selectiva.
Este repunte de las emisiones del municipio en 2017 es similar al que se produjo en el resto de la Comunidad Autónoma, según se refleja en el inventario de Euskadi publicado por Ihobe.
Evolución respecto a los objetivos de la ciudad
A pesar de la buena evolución de los años 2007-2016, el incremento de las emisiones en 2017 nos sitúa ya ligeramente por encima de los valores deseables para poder alcanzar el objetivo de reducción de un 20 % en 2020 respecto al año 2007. Para llegar al objetivo de reducción del 40 % en el año 2030 serán necesarios esfuerzos adicionales.