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Inventario municipal de los gases de efecto invernadero de 2018

Las emisiones en 2018 han disminuido el 0,7%

La presión que el ser humano aplica en el Medio Ambiente se ha multiplicado en las últimas décadas, produciendo un deterioro progresivo que se refleja generalmente de forma lineal, y da lugar a la falsa sensación de que siempre estaremos a tiempo de frenar antes de llegar al precipicio. Sin embargo, el deterioro del Medio Ambiente aumenta en gran manera el riesgo de que se produzcan cambios bruscos, como es el caso de la crisis que estamos viviendo en estos momentos.

El aumento del riesgo de cambios no lineales ya se anunciaba hace 20 años en el informe de Naciones Unidas de Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, informe en el que se vaticinaba la aparición de pandemias como consecuencia del comercio de carne de animales silvestres y del gran aumento de los viajes internacionales.

En plena emergencia sanitaria, el Ayuntamiento de San Sebastián aprobó el pasado marzo la declaración de emergencia climática de la ciudad. Pero pensar que el cambio climático debería pasar a un segundo plano en estos momentos sería un gran error. De hecho, los efectos del cambio climático puede ser tan desestabilizadores como los del Covid-19, solo que en otra escala temporal.

La declaración de emergencia climática supone admitir la gravedad del problema del cambio climático y comprometerse a realizar los mayores esfuerzos posibles para contribuir a su solución. El plan de trabajo de la ciudad es el Plan de Acción Klima 2050, y una de las herramientas para valorar su progreso es el inventario de gases de efecto invernadero que el Ayuntamiento lleva calculando de 2005, utilizado la herramienta de Udalsarea 2030, Red vasca de municipios hacia la sostenibilidad.

Debido a la complejidad de la obtención de los datos, el inventario se calcula con algo más de un año de retraso, por lo que ahora se presenta el inventario del año 2018.


Emisiones del año 2018

Las emisiones totales de GEI del municipio en 2018, sin contar las emitidas por la industria, ascendieron a 850 kilotoneladas de CO2 equivalente (CO2e), es decir, cada habitante emitió 4,6 toneladas de CO2e.

En San Sebastián, más de la mitad de las emisiones de GEI, el 56,9 %, corresponden al transporte. El sector servicios y el sector residencial tienen una importancia similar (17,9 % y del 17,4 % del total de las emisiones respectivamente). La gestión de los residuos del municipio genera un 7,3 % del total de las emisiones, y el sector primario no llega al 1 %.

Evolución de las emisiones respecto a los objetivos de reducción

Respecto al año anterior, en 2018 las emisiones disminuyeron un 0,7 %, la mitad de la reducción necesaria para alcanzar de forma lineal una reducción del 20 % de las emisiones en 2020 respecto a 2007. Por otro lado, esta reducción está lejos de compensar el aumento de casi el 6 % que se produjo en 2017.

El aspecto positivo a resaltar es el hecho de que las emisiones del transporte se hayan estabilizado, después de un aumento constante entre 2013 y 2017.

Ver informe completo aquí.

¿Y ahora qué?

La crisis sanitaria ha ralentizado toda la actividad humana, y esto se ha reflejado con especial intensidad en la disminución del transporte motorizado. Dentro de la ciudad, se ha observado una disminución del tráfico de hasta un 80 % en las semanas de confinamiento más estricto. Siendo como es el tráfico responsable del 57 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad, su impacto en el inventario de 2020 será significativo y positivo, y nos acercará más al cumplimiento de nuestros objetivos.

Sin embargo, las medidas para incentivar la economía tras la crisis provocada por el Covid-19 podrían tener un efecto nefasto si no se tiene en cuenta cómo afectarán en el medio ambiente. Habrá que trabajar para que la vuelta a la normalidad no sea un regreso a la misma situación que de alguna forma ha conducido a esta crisis.