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5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente

Exito de la naturaleza en Artikutza

En 2019 se ha cumplido un siglo desde que el Ayuntamiento de San Sebastián compró la finca de Artikutza, situada en Goizueta ( Navarra). La razón de la compra fue la de abastecer a la ciudad de agua potable, agua de calidad excelente y en cantidad adecuada.

En aquella época, según los expertos, el aspecto y situación de Artikutza era distinta a los que conocemos hoy día. Era un lugar de gran actividad industrial y la naturaleza recibía su impacto.

Debido a problemas geológicos con las infraestructuras del agua desde casi el comienzo, el objetivo inicial de construir una gran presa no pudo cumplirse, por lo que hubo que buscar aguas abajo, centrándose en la zona de Añarbe la búsqueda de agua; desde entonces la finca de Artikutza ha vivido unas décadas de tranquilidad.

Artikutza ha tenido una gestión muy conservacionista en el último siglo, comparado con los terrenos adyacentes. Al principio el objetivo era el de mantener la calidad del agua, pero luego, tras la construcción del embalse de Añarbe, fue más debido a una falta de directrices concretas al no tener la finca una función específica.

Además, la ubicación atlántica, con temperaturas templadas y elevada pluviometría, y la orografía de elevadas pendientes, hacen que Artikutza sea un lugar muy rico desde el punto de vista naturalístico y de biodiversidad.

Por ello, está incluida en la Red Natura 2000 y en 2015 fue declarada Zona Especial de Conservación (a partir de ahora ZEC), Artikutza-ES2200010 (DECRETO FORAL 264/2015, de 2 de diciembre). La presencia de muchos tipos de hábitats hace que Artikutza sea un lugar muy interesante naturalísticamente hablando, y así, entre otras, existen en el lugar especies y hábitats citados en los Anexos II y V de la Directiva 92/43/CEE y en el catálogo de especies amenazadas de Navarra (Decreto Foral 94/1997, del 7 de abril).

En el Plan de Gestión de la ZEC Artikutza se indica que es necesario conocer el estado de conservación y la distribución de la flora y fauna amenazada y también proponer y realizar medidas para su conservación.

Por ello, en estos últimos años hemos realizado varios estudios para conocer mejor la situación de distinatas especies y hábitats, y basándonos en ellos, se han ejecutado varias acciones, entre ellas la eliminación de presas pequeñas y otros obstáculos, la colocación de cajas-nido para murciélagos, adaptar edificios abandonados para que puedan colonizarlos , la tala de bosques de exóticas... En ellos han colaborado entidades como la Universidad del Pais Vasco o Aranzadi, así como otros científicos.

Inhabilitación de la presa de Enobieta

En este período, además, se ha tomado una decisión imprescindible para seguir en esa línea de fomento y protección de la naturaleza: la inhabilitación de la presa de Enobieta Tras varias décadas en desuso, el ayuntamiento decidió inhabilitar la presa de Enobieta (Artikutza) y se está estudiando desde el punto de vista ambiental, legal y estructural la mejor solución.

En 2018-19 se ha ido vaciando progresivamente el embalse, hasta llegar al total vaciado. Se espera mantener así mientras se estudia y tramita la mejor solución para la pared de la presa. Además, mientras, se facilita la regeneración vegetal natural en la superficie que ocupaba el embalse.

En conjunto la operación va a tener un efecto ambiental muy positivo, pero también algunos negativos de menor magnitud, por lo que se han realizado numerosos estudios ambientales para minimizar la afección que el vaciado tiene sobre el medio.

Hoy, 15 meses después del vaciado completo, la naturaleza está haciendo un brillante trabajo en la superficie antes cubierta por el agua. Por un lado, la vegetación está cubriendo de verde y de flores de colores, las superficies que emergieron, antes de color marrón oscuro. Por otro lado, la regata Enobieta está recuperando su camino y estructura; es sorprendente ver cómo ha encontrado el camino por los lugares donde están los rastros del antiguo bosque fluvial, demostrando que es por ahí por donde antes discurría también la regata.

Tras 100 años desde la compra de Artikutza, podemos decir que la mayor afección que se había provocado en el lugar, la de la explotación del agua, está encaminada hacia su total recuperación. Cambios en los criterios de gestión del lugar que demuestran que la naturaleza, si le dejamos, puede tomar de nuevo el lugar.

Así, además de la vegetación que surge en la superficie, la fauna también se está apropiando del lugar ( anfibios, peces, insectos...). Por ejemplo, hace poco pudimos ver un gato montés en la zona del antiguo embalse.

 

¡Buenas noticias para celebrar el día internacional del Medio Ambiente!