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Lauhaizeta
Lauhaizeta
El Parque de Lau Haizeta abarca una superficie de 602 hectáreas, distribuidas entre tres municipios colindantes: San Sebastián (297 ha), Errenteria (207 ha) y Astigarraga (98 ha). Se sitúa en la parte SE de San Sebastián, y supone un espacio de transición entre la gran masa urbana de la ciudad y los montes cercanos más al interior del territorio gipuzkoano.
Su carácter de "pulmón verde", unido a las intensas presiones urbanísticas desde su entorno inmediato, llevaron a la aprobación de un Plan Especial para este parque periurbano en 1999.
El relieve colinoso de la zona trae consigo la existencia de numerosos arroyos que vierten algunos hacia el norte, a la Bahía de Pasaia, y otros hacia el sur, a la cuenca del Urumea. Estas pequeñas vaguadas están todavía hoy cubiertas de bosquetes de ribera, en algunos casos alterados por la existencia de pequeños paseos periurbanos con especies de arboles no adecuados para la ribera de una regata, pero que en cualquier caso cumplen una importante función tanto a nivel de hábitat, como de corredores ecológicos y de paisaje.
La vegetación potencial de la zona estaría constituida por robledales en su mayoría y por alisedas en las orillas de las regatas. Pero la actividad humana y, en especial, los usos agrarios tienen gran peso en este ámbito siendo en gran parte responsables de la naturaleza de los paisajes y hábitats actuales.
Esa actividad ha sustituido el bosque potencial por:
- bosques jóvenes y alterados, muchas veces con presencia de especies no autóctonas (acacias, roble americano, ...)
- prados, instalados en los mejores suelos para uso de forraje para el ganado. Generalmente se siegan 2-3 veces al año, se abonan y se siembran algunas especies herbáceas en ocasiones. En sus bordes a menudo se encuentran setos vivos que contribuyen también a aumentar la biodiversidad dando cobijo a muchas especies de insectos y de pequeñas aves que anidan y se alimentan en ellos.
- matorral: en los bordes de los bosques es frecuente encontrar especies de menor porte como espinos, endrinos, zarzas... y también argomales, como etapas de degradación del bosque.
- cultivos y huertas, plantaciones arbóreas que modelan la zona: en algunos casos asociadas a un caserío y en otras simplemente son actividades de ocio y autoconsumo de parte de la población urbana que se ha instalado en terrenos de distinta propiedad para realizar la actividad agrícola. En ocasiones, este último tipo de huertas ha generado una mala impresión tanto a nivel de paisaje como de percepción por parte de la ciudadanía, lo que ha impulsado al ayuntamiento a emprender una linea de trabajo para la ordenación de estas huertas y fomento de las mismas.
- plantaciones, en algún caso de roble americano y en otros de mezcla de especies como roble, castaño, abedul, aliso, cerezo, pinos...
Este mosaico de unidades ha generado a fecha de hoy una realidad muy concreta, típica de ambientes periurbanos que acogen, por un lado la presión urbanística e industrial de las ciudades cercanas y la demanda de la ciudadanía de espacios naturales o seminaturales de ocio, entremezclándose con la naturaleza que intenta mantener los hábitats potenciales de la zona.
No se tienen registros de la fauna presente en Lauhaizeta, pero se sabe de la presencia de un total de 113 especies de vertebrados, de las cuales al menos:
- 3 especies son endémicas de la península ibérica
- 11 están en el Catálogo de Especies Amenazadas del País Vasco
- 9 son protegidas por la Directiva de Aves y 10 por la Directiva Hábiitats
Así pues, además del valor que Lauhaizeta pueda tener como espacio de ocio para la ciudadanía, en especial para la de Altza e Intxaurrondo, y del valor paisajístico que la sucesión de prados, bosquetes y caseríos tiene para el ser humano, es evidente que este lugar presenta una serie de elementos de alto valor naturalístico y contribuye a la biodiversidad del municipio.