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Fauna invasora
Avispa asiática
Información general sobre la avispa
La Vespa velutina, comúnmente conocida como avispa asiática, fue detectada en 2010 en Irun. Esta avispa entró en Europa a finales de 2004 proveniente de Asia, al parecer en un contenedor repleto de alfarería o madera importada de China a través del puerto de Burdeos. Desde entonces la preocupación ha ido aumentando, ya que es una especie depredadora de las abejas mielíferas autóctonas (Apis mellifera).
Su tamaño varía entre los 17-32 mm, longitud parecida a la que tiene la avispa autóctona (Vespa crabro), que llega a alcanzar entre los 17-33 mm.
Estas avispas construyen dos tipos de nidos en función de la época del año:
- En primavera realizan los llamados nidos PRIMARIOS, con un tamaño parecido a una pelota de tenis, y que llegan a albergar a unos cien individuos.
- A partir de junio abandonan este nido para construir un segundo nido, denominado SECUNDARIO, situándolo en los árboles, casi siempre a más de 10 metros de altura.
La forma de este segundo nido es redondeada en primavera, para tomar forma de pera a finales de verano. Su color varía entre crema y marrón y, cuando alcanza su máximo desarrollo, puede medir unos 50 cm de ancho y 80 cm de alto. Estos nidos pueden llegar a contener unas 1.700 avispas obreras, lo que da una idea de la capacidad de reproducción de la especie.
Su alimentación varía en función del estado biológico en el que se encuentran. La reina y las avispas adultas se alimentan de flores y fruta madura, mientras que para alimentar a las larvas capturan insectos (arañas, orugas, hormigas, polillas, pulgones, moscas, avispas y abejas). La avispa se queda con la parte del tórax de dichos insectos, desechando las otras partes del cuerpo como la cabeza, patas, alas y abdomen para posteriormente transportarlo a su nido y dárselo a las larvas.
El ciclo biológico de la avispa se puede resumir en cinco pasos:
- Febrero-marzo: las reinas emergen de su lugar de hibernación y hasta abril-mayo inician la construcción del nido primario en lugares protegidos, donde realizarán la primera puesta de huevos.
- Junio: la reina y las primeras obreras construyen un nido secundario en los árboles, a cierta altura. A partir de este momento, serán las avispas obreras las encargadas de continuar con la construcción del nido y, asimismo, de alimentar a toda la colonia.
- Septiembre: nacen los machos y las nuevas reinas, que son fecundadas por esos machos, y a finales de noviembre abandonan el nido.
- Con la llegada del invierno, las reinas buscarán un nuevo refugio donde hibernar. Lo hacen en lugares como troncos de madera, agujeros realizados por larvas de otros insectos, entre la hojarasca del bosque, en agujeros en el suelo o debajo de tejas.
- Invierno: la reina madre fundadora y los machos mueren. El nido abandonado por las futuras reinas no volverá a ser utilizado al año siguiente.
No es agresiva si no se la incordia
Tanto las avispas como las abejas pican sólo como defensa de ellas mismas o de sus nidos. En los pocos casos de agresiones descritas, siempre ha mediado la provocación (consciente o inconsciente) por parte de la persona afectada. Normalmente, la picadura produce una reacción típica, similar a la de la picadura de otros insectos grandes. Ocasionalmente, si la persona es alérgica al veneno de dicha especie, pueden aparecer síntomas desde leves hasta el shock anafiláctico, tal y como ocurre con las avispas autóctonas o con otros insectos. No parece que haya un mayor número de personas alérgicas a esta avispa asiática que a otros insectos.
La llegada de la avispa asiática a nuestro entorno no supone un problema de Salud Pública ni un peligro para las personas, pero sí una amenaza para el equilibrio de nuestro ecosistema, ya que es una especie invasora que está afectando gravemente a la población de la abeja común, que es imprescindible para asegurar la polinización de las plantas y frutales.
¿Por qué es importante tu colaboración?
La avispa asiática se ha extendido a gran velocidad en nuestro territorio por lo que intentar erradicarla es complicado. Así pues, los esfuerzos se deben dirigir a minimizar los daños, y es aquí donde la colaboración ciudadana es esencial.
La mayoría de los daños que se producen están relacionados con el gran número de nidos que surgen a lo largo del año. La eliminación de los nidos primarios en primavera supone una reducción considerable del número de futuros avisperos de mayor tamaño y, en consecuencia, se evitará el nacimiento masivo de nuevas reinas fundadoras de nidos al año siguiente. Los nidos primarios son más accesibles que los secundarios, que aparecen en árboles a gran altura, dándose los primeros a menudo en buhardillas, trasteros, garajes, terrazas, ventanas, balcones o techados y en fachadas orientadas al sur.
¿Qué hacer en caso de ver un nido?
- Se debe distinguir si el nido observado es primario o secundario.
- PRIMARIO: los nidos son de pequeño tamaño y su eliminación es sencilla, por lo que la propia persona que lo ve puede retirarlo con el asesoramiento de los técnicos de Medio Ambiente municipales.
- SECUNDARIO: hay que confirmar que es un nuevo nido, y no uno del año pasado. Su retirada debe ser realizada por personal especializado.
- En ambos casos es necesario contactar con la GUARDIA MUNICIPAL EN EL TFNO. 092, y facilitar la ubicación exacta del nido.
- Se recomienda no acercarse demasiado a los nidos secundarios ni importunar a las avispas a fin de que no sientan la necesidad de defenderse.
- Por último, no intente retirar los nidos secundarios por sus propios medios.
En estas labores están implicados los servicios municipales de: Bomberos, la Dirección de Medio Ambiente y la Guardia Municipal, así como los guardas forestales de la Diputación Foral de Gipuzkoa.