Distribución
El liquidámbar es originario de América del Norte, desde el sur de Canadá hasta el suroeste de EE.UU., aunque también está presente en zonas del interior de México, Honduras y Guatemala. Se importó a Europa en 1681 como planta ornamental.
Descripción
Es un árbol de mediano a grande, aunque puede alcanzar hasta los 40 metros de altura, con tronco recto y copa piramidal.
La corteza, lisa de joven, es rugosa. De la incisión de la corteza brota una resina con el aroma del incienso. Las hojas recuerdan a las de los arces, de color verde brillante que en otoño se torna en amarillos, naranjas y violáceos.
Es una especie monoica, hay árboles masculinos y otros femeninos.
Las flores son insignificantes, pero dan paso a unas curiosas esferas leñosas que contienen las semillas. Su sistema radicular es potente y precisa de espacio.
Usos
Los aztecas usaban la resina del liquidámbar para fines medicinales contra muchas enfermedades. En la actualidad, se usa como hierba aromática, estimulante, antiséptica, expectorante y antiinflamatoria. También se usa perfumería como fijador y como saborizante de alimentos.
La madera es de calidad mediocre. Su uso ornamental está muy extendido por los llamativos colores otoñales aunque su uso en zonas urbanas esté desaconsejado.
Ecología
El liquidámbar en su hábitat crece en bosques mixtos frescos. Soporta bien el frío y le gusta las exposiciones soleadas.
Es un árbol rústico y poco exigente. Prefiere un suelo muy bien drenado, pero constantemente húmedo y fértil: en este caso, la planta se desarrolla mejor que en suelos pobres y secos.
Procedencia
América del Norte
