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12. Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas
- Año: 1882
- Propietario: Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas
- Promotor: Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas
- Maestro de obras: José Clemente de Osinalde
- Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas
- Actividad: Político
- Fecha Nacimiento-Muerte: 1832-1917
- Historia
- Ilustres
La familia Lasala en un primer momento construye las fosas para enterramiento y es en 1882 cuando solicitan permiso para colocar el monumento funerario basado en una sencilla cruz que se levanta en el centro del conjunto de losas así como para las inscripciones. Se toma el referente de la cruz erguida como último estadio de la Pasión de Cristo. El perímetro se acota mediante una verja que si bien sigue modelo visto en cierres de balcón aquí, se enfatiza mediante flameros en los ángulos y la flor de loto cerrada recorriendo su antepecho. En éste vemos aros portavelas para iluminar el monumento en días señalados.
Fermín de Lasala Collado (*1832 San Sebastián +1917 Madrid) descendía de dos abuelos que a finales del siglo XVIII habían llegado a San Sebastián desde la Baja Navarra y Santander, respectivamente, y habían enlazado por matrimonio con familias guipuzcoanas. Ambos se dedicaban al comercio. Fue sobre todo el padre de Fermín, Fermín Lasala Urbieta (*1798 San Sebastián +1853 Madrid) quien uniera un fulgurante éxito mercantil y empresarial que a partir de la reconstrucción de San Sebastián le llevó a tener intereses capitalistas hasta en los Estados Unidos con una carrera política que le catapultó desde la alcaldía de San Sebastián (1842), pasando por la presidencia de la Diputación (1844) hasta el Congreso de los Diputados en Madrid (1846-1853). Como miembro de la célebre Tertulia política de los Collado –su mujer, Rita Collado Parada *1804 Sn.Sn., pertenecía a esa familia- defendía el liberalismo donostiarra favorable a Isabel II en las guerras carlistas.
Su hijo recogió la carrera allí donde su padre la había dejado. Aumentó considerablemente la fortuna heredada apoyado en el auge de la industria guipuzcoana, en su asociación con los Brunet y en su exitosa carrera política. Heredó en 1857 el escaño de su padre, llegó a ser Ministro de Fomento (1879) pero acabó por alejarse de los postulados liberales para acogerse a las filas conservadoras de Cánovas del Castillo. En los años noventa fue embajador en París, pero no pudo recabar el apoyo de Francia en la inminente pérdida de las últimas colonias americanas a manos de EE.UU. Su labor diplomática al frente de la embajada en Londres a partir de 1900 consiguió que España pudiese tomar parte en el colonialismo del norte de África.
La familia Lasala no se pudo sustraer a la fascinación que ejercía la nobleza sobre la emergente burguesía. Ya Fermín padre reclamó para sí descender de Juan de Urbieta, quien en 1525 en la batalla de Pavía tomó prisionero al rey francés Francisco I. Fermín hijo se casó con la aristócrata Cristina Brunetti Gayoso de los Cobos (*1831- +1914) y a través de ella le llega en 1884, como consorte, el título por el que comúnmente se le conoce, Duque de Mandas, obteniendo la Grandeza en 1889.
A la muerte del matrimonio, sin descendencia, su finca "Cristina-Enea" fue cedida a la ciudad por deseo del Duque de Mandas. Se trata de un extenso parque urbano en el barrio de Egia. Conserva la vivienda-palacio, obra también de José Clemente de Osinalde, de 1890. Una gran variedad arbórea nos acompañará en nuestro paseo por la finca. Los pavos reales se han convertido en seña de identidad del parque desde que en 1977 llegara de Barcelona la primera pareja.
Fermín Lasala Collado nació en la misma casa que Fermín Calbetón –una placa así lo indica- y esta vecindad la quisieron mantener en su última morada y, no lejos de la capilla de sus amigos y socios los Brunet.