Chumy Chúmez -José María González Castrillo- uno de los humoristas gráficos españoles más importantes del siglo XX y reconocido a nivel mundial, nace el 8 de mayo de 1927 en el Paseo del Duque de Mandas de San Sebastián y, tras representar en sus viñetas el recorrido  de la vida española de la segunda mitad del siglo XX,  muere en Madrid el 10 de abril de 2003.

            Estudia en las escuelas de Atocha donde destaca por su inteligencia y facilidad para el dibujo. Con quince años empieza a ir a la Escuela de Artes y Oficios a “dibujar escayolas y todo lo que le ponían delante”. Tras cursar los estudios de profesor mercantil  obtiene una plaza de funcionario en el Instituto Nacional de Previsión pero su verdadera vocación de pintor le lleva a acudir a  clases de Vicente Cobreros en Donostia.  Insatisfecho con estas, encuentra mucho más provecho en los libros de la editorial Skira que le hacen ponerse al día de las corrientes pictóricas.

            Pronto participa en diversas exposiciones colectivas de pintura y empieza a crear sus viñetas de humor gráfico que enviaba a periódicos locales. En 1947, su gran amigo Rafael Munoa con quien colabora en la prensa donostiarra, le anima a enviar algunos chistes a Álvaro de Laiglesia, quien en 1944 había sustituido a Miguel Mihura en la dirección de “LA CODORNIZ”.  El 4 de noviembre del 47 recibe una carta en la que lo acepta como colaborador de la revista. Al poco tiempo se incorpora como miembro destacado de “LA CODORNIZ”  y permanecerá en ella hasta 1972. Nunca se desprendió de esa carta de Álvaro de Laiglesia y la tuvo siempre enmarcada ante su mesa de trabajo.  

            En 1952 y ya habiéndose trasladado a vivir a Madrid, concursa con un óleo “Composición”  en el III de  los Certámenes de Navidad del Museo de San Telmo de San Sebastián impulsados por la galería Aranaz-Darrás  y obtiene el premio extraordinario.

            En  Madrid pasó por la Escuela de San Fernando y la de Artes Gráficas pero se dio cuenta de que tenía menos que aprender en ellas que observando y estudiando a Picasso y dibujando al natural en el Círculo de Bellas Artes donde coincide con Antonio López, Rafael Zabaleta y Paco Moreno Galván.  Siguió acudiendo regularmente al Círculo de Bellas Artes a “hacer mano”  mientras el cáncer que acabó con su vida se lo permitió.

             No tardó en darse cuenta de que el reconocimiento que se le comenzaba a tributar como humorista de LA CODORNIZ ,  le iba a apartar de su verdadera vocación de pintor y así fue.

            Colabora en la década de los 60 con el periódico MADRID donde brilla con lenguaje propio hasta su cierre en 1971. Y en ese mismo decenio se incorpora a la revista TRIUNFO emblema de la oposición franquista.

            A principio de los 70, su inquietud artística le lleva a iniciar un viaje por Europa y norte América para conocer las principales redacciones de humor como CHARLIE HEBDO en Francia o  NEW YORKER en EEUU y, fruto de este viaje,  es “HERMANO LOBO”  revista que funda en 1972 y durará hasta 1976.

            La muerte de Franco, en ese mismo año de 1976, le coloca en una situación difícil. Si hasta entonces había sido el icono de la izquierda y de la progresía,  con la democracia sufrirá fuertes varapalos de quienes antes lo ensalzaban, porque su constante rechazo de los dogmas y su espíritu crítico hará que fustigue a cualquier ideología.

             Esta independencia ideológica hace que sus viñetas publicadas en Blanco y Negro, La Codorniz, Madrid, Triunfo, Hermano Lobo, ABC, El Socialista, COLPISA, Por Favor, El Imparcial, Diario 16, el Diario Vasco, El Independiente, El Europeo, El Progreso, Cuadernos para el Diálogo, Pueblo, etc... nos den una visión absolutamente real de  España  desde 1940 hasta su muerte en 2003.

            Escribió también algunas novelas, ensayos, guiones de cine, ilustró libros, dirigió películas y documentales, fue contertuliano en radio y TV,  conferenciante en España, EEUU, Inglaterra, Suiza, Holanda, Costa Rica, Venezuela, Brasil, Argentina… 

            Publicó más de 30.000 dibujos como humorista, todos ellos rubricados con su característico sol negro, en los que apreciamos un encuadre, una estructura y una composición magníficamente pensadas para que la idea explosione con toda su contundencia  y que, en palabras de la doctora en Historia del Arte Montserrat Fornells, “son no solo una crónica de la época en que vivió, sino un caleidoscopio de las inquietudes, contradicciones, filias y fobias del ser humano, por lo que se mantienen siempre de actualidad”.

            Su talento fue reconocido con premios como el Internacional de Novela Legión de Humor (1958), el Primer Premio del Salón Internacional del Humor y la Caricatura de Montreal (1970) o el Premio Iberoamericano de Humor gráfico Quevedos (2002).

                        Máximo, humorista y gran amigo suyo, escribió : “La inteligencia y el ingenio se dan en Chumy en porcentajes absolutos. De tal modo que en un chiste de Chumy hay un 100% de inteligencia y un 100% de ingenio: o sea un 200% de prodigio, que si en aritmética es suma improbable, en el arte es síntesis posible: Chumy Chúmez.”

            Dejó escrito y firmado que deseaba que sus cenizas fueran entregadas a su hermana Isabel y por eso reposan en el panteón de la familia Bermejo de este cementerio de Polloe de San Sebastián.